El ganadero Juan Sánchez Fabres ha emitido una
carta al publicista y presentador de televisión Risto Mejide,
tras las alusiones a los aficionados a las corridas de toros en su programa ‘Al
rincón‘ de la cadena Antena 3, donde entrevisto a Julián
López ‘El Juli‘. En la misma, expone sus argumentos en defensa de
la Tauromaquia y apela a varias personalidades históricas como , Picasso,
Hemingway, Alberti, o García Lorca, entre otros, para
explicar el impacto que genera en nuestra sociedad. ‘Me parece fuera de
lugar catalogarlos como BÁRBAROS pues todos ellos entendieron al igual que los
6 millones de espectadores que asisten anualmente a las plazas de toros, el
contenido artístico y cultural que la Tauromaquia genera‘, subraya.
A continuación, remitimos la carta íntegra:
SR. D. Risto Mejide
Antena 3. Programa AL RINCÓN. Enero 2016
Muy Sr. mío: Me dirijo a usted como aficionado a las
corridas de toros por alusiones en su programa Al rincón de Antena 3 del pasado
16 de diciembre del 2015 en el que entrevistó al torero Julián López ‘El Juli’
donde a los aficionados a los toros nos catalogó como bárbaros y por eso, de
qué el que calla otorga, no puedo mantenerme en silencio.
Antes que nada reconocer el buen tono por el que
transcurrió el programa donde no hubo un ápice de crispación, cosa muy poco
frecuente en este tipo de debates televisivos sobre toros si toros no.
Entiendo y comprendo que alguien pueda encontrar
barreras de cualquier naturaleza que le limitan la posibilidad de entender una
forma de expresión artística. Lo explicó usted a la perfección y que en su caso
es la muerte de un animal. Le aseguro que lo entiendo y que me hace pensar y
podíamos debatir sobre la legitimidad de matar animales y sobre todo en función
de qué. Quedó claro que usted la muerte de un animal la justifica únicamente
como forma de alimentación, matar para comer. Sepa usted que todo animal de la
raza de lidia está catalogado como raza cárnica por la CEE y entra en la cadena
alimentaria exactamente igual que cualquier otra raza cárnica y que su último
fin es servir de alimento a la población.
Quizá sea esta la razón por la cual los 6 millones de
aficionados anuales que asisten a las plazas de toros a los que Julián hizo
referencia no le den tanta importancia a lo que a usted en particular le limita
para el entendimiento de la tauromaquia como forma de expresión artística.
Falla, Benllure, Picasso, Bergamín, Hemingway, Rafael
Alberti, García Lorca y Rafael Moneo creo que tienen suficientemente reconocida
su categoría artística en música, escultura, pintura, literatura, poesía y
arquitectura, y que me parece fuera de lugar catalogarlos como BÁRBAROS pues
todos ellos entendieron al igual que los 6 millones de espectadores que asisten
anualmente a las plazas de toros, el contenido artístico y cultural que la
Tauromaquia genera.
Respeto, insisto, su punto de vista y su sentido de la
ética particular con respecto al trato del hombre con los animales, pero por
favor respete por lo menos en su terminología, a quien no siente como usted.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua,
asesinar viene definido como “matar a ALGUIEN con premeditación y alevosía”. Si
a los animales los consideramos ALGUIEN entonces efectivamente los toreros
serían asesinos, pero en un mundo donde las personas no llegan en muchos casos
a conseguir ser la categoría de ALGUIEN, que no nos diga nadie que por un
sentir de la ética personal, cambiemos el nuestro.
‘A veces se lleva adelante una lucha para otras especies, que no desarrollamos para defender la igual dignidad entre los seres humanos’ esto lo ha dicho el actual Papa y no yo.
‘A veces se lleva adelante una lucha para otras especies, que no desarrollamos para defender la igual dignidad entre los seres humanos’ esto lo ha dicho el actual Papa y no yo.
Quedo a su entera disposición para cualquier
aclaración y me gustaría algún día poder debatir con usted, sobre la ética de
la muerte y bajo qué condiciones y circunstancias se justifica la de un animal,
aunque esto entre mas en el ámbito de la metafísica que de la tauromaquia, pero
lo que puedo asegurar es que la muerte de un toro de lidia se lleva a cabo bajo
unas condiciones éticas y un respeto muy superiores a las de cualquier otro
animal.
Un saludo Juan Sánchez Fabrés
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